domingo, 30 de septiembre de 2012

Lo que Deba Ser, Sera...


El destino es como un ejercito de hormigas laboriosas, miles de hormiguitas haciendo su parte del trabajo, uno cree que controla su vida, pero el destino lentamente se va configurando.
Una serie de circunstancias, decisiones y casualidades van construyendo el destino ,cabos sueltos, detalles ínfimos, imprevistos.El destino es un gran chéff que mezcla los ingredientes preparando el plato que tiene para nosotros.
Es una maquinaria precisa y minuciosa que va reuniendo todas las piesas, dormimos, amamos, trabajamos o cantamos ajenos a lo que el destino escribió para nosotros.
Quien escribe el destino?, nosotros?, alguien?, un dios?, varios?, nadie?, todo es azaroso , nos sentimos artífices, alquimistas, nos creemos dioses, poderosos invencibles y solo somos marionetas del destino.
En el lugar menos pensado, de una manera imposible de imaginar, todo se va armando, avanzamos inocentemente mientras la trama se va entrelazando.
De forma misteriosa, mecanismo de relojería, así opera el destino, aunque corramos en la dirección contraria, no se puede escapar, porque no somos nosotros los que vamos hacia el destino, si no este que viene a buscarnos tarde o temprano.
El destino es como un señor muy viejo y sabio, es un profesional de todas las profesiones, el destino aveces es guionista, pudre y entrelaza la trama con pericia.
Así escribe el destino, dando giros en la historia permanentemente, el destino también es ingeniero, hace grandes construcciones, joyas de la ingeniería.
Con paciencia milenaria construye castillos inmensos. Cuida cada detalle, encaja las piezas con precisión.
Pero el destino construye sus castillos con cartas de mesa, una mala movida, una sola carta que se saque y el castillo colapsa.
El destino también es estratega, mueve las fichas, despliega sus tropas en el campo de batalla y sabe como dar su golpe certero, el destino también es un superhéroe.
Con una simple piedrita verde puede debilitar a superman, lo único que puede cambiar al destino son la acciones humanas, las acciones y decisiones acertadas podrán cambiar al destino, o ir finalmente a su encuentro, pero en definitiva lo que deba ser, sera.

jueves, 6 de septiembre de 2012

“¿Dónde hay un hombre que haya olvidado las palabras?” [Chuang-Tzu.]





La escritura es un sistema gráfico de representación de una lengua, por medio de signos trazados o grabados sobre un soporte plano. Como medio de representación, la escritura se diferencia de los pictogramas en que es una codificación sistemática que no permite registrar con toda precisión el lenguaje hablado por medio de signos visuales regularmente dispuestos. Además los pictogramas no tienen generalmente una estructura secuencial lineal, como sí tienen el habla o la escritura.

“El propósito de las palabras es transmitir ideas. Cuando las ideas se han comprendido, las palabras se olvidan. ¿Donde hay un hombre que haya olvidado las palabras? Con él me gustaría hablar.”

Es difícil olvidarse de las palabras, porque estas se graban en la mente de tal manera no hay posibilidad de olvidarlas. Utilizar palabras es jugar con fuego, porque las palabras son tan importantes que lo que con­tienen pierde su significado. El símbolo se vuelve tan importan­te que el contenido se pierde completamente; lo externo te hipnotiza y te olvidas del centro. Por esto mismo creo que es de sabios cuando uno dice que prefiere ser esclavo de sus silencios, antes que ser esclavo de sus palabras… porque este esos silencios solo quedan en la mente, pero las palabras te persiguen a donde uno vaya.

Seria tan fácil olvidar, resetear la mente, la vida. "Bendito sea el que olvida, porque a él pertenece el paraíso." El que logre olvidar tiene la oportunidad de volver a comenzar, de volver a nacer. "Bienaventurados sean los olvidadizos ya que vuelven a tropezar con la misma piedra." El que olvida, no solo olvida lo malo, lo bueno también, por eso mismo vuelve a cometer errores.

El lenguaje hablado por medio de signos visuales es mucho mas contundente a veces, por mas relativo que sea. Una imagen vale más que mil palabras, dicen, y creo que es verdad. Porque una imagen, se vuelve un recuerdo, y queramos o no, esa imagen habla, cuenta algo. Una persona cuando compra una revista, suele ser por la tapa, o un libro por el titulo, que al fin y al cabo son imágenes graficas transmitiendo algo al inconsciente del sujeto que la compra. Por esto mismo, no creo que exista persona que pueda olvidar las palabras o las ideas que dejan, los mensajes transmitidos por el medio que sea, en algún lugar de nuestra psiquis queda.

La psiquis permite al organismo orientarse en el mundo sea por:
Reflejos cognitivos. -> sensaciones, percepciones, pensamiento.
Reflejos afectivos. -> emociones, sentimientos.

Por lo cual y para concluir, no existe el sujeto que haya realmente olvidado las palabras, y si fuese así, algo siempre queda de ellas mismas. Sea cual sea el medio por el cual fue transferida aquellas ideas que hicieron que alguien invente una tapa de revista, una frase, un objeto, una publicidad, un grafico, etc.

Solo es una siempre transformación, cuando la idea llega a ser comprendida, la palabra en si misma puede desvanecerse, pero ¿realmente se desvanece? O ¿solo se transforma?

Pienso realmente que cambia la percepción de la misma, que se transforma el modo de ver y entender algunas palabras. La mente humana siempre oculta cosas, como si las borrara de sus recuerdos, aunque estas son muy pocas. Por eso mismo reitero que no se olvida, se transforma de alguna u otra manera. Logra llegar a donde pueda a través de la forma que se le permita. Quizás un día te levantes y no te acuerdes como se llama un “termo” pero lo ves y sabes que es un termo, aunque no recuerdes el nombre que le fue asignado al objeto mismo.

El diseñador se aprovecha del desvanecimiento de las palabras para transformarlas en ideas y así mismo poder transmitirlas de una manera que haga que esta misma permanezca, y no que muera en un simple pensamiento o dialogo casual. No hay nada mas divertido que jugar creativamente a reinventar las cosas, y poder verlas de otra perspectiva más creativa.








Fuentes:

Ars Heurística - Horacio Wainhaus

Citas Celebres - Friedrich Wilhelm Nietzsche

El bote vacío - Osho